Una de las principales dudas que tienen todos los conductores que aún no han probado los vehículos eléctricos es la recarga de la batería. Sin embargo, como verás a continuación, se trata de algo muy sencillo.
Las principales dudas que le surgen a cualquier persona que se esté planteando disponer de un vehículo eléctrico son en relación con el funcionamiento y la carga de la batería de este tipo de vehículos. Sin embargo, como verás a continuación se trata de un proceso muy sencillo de realizar, que no requiere grandes esfuerzos económicos.
En función de dónde realices la carga de tu vehículo y la velocidad de esta misma, existen cuatro modalidades de carga diferentes a las que puedes optar: la carga lenta, la carga semi rápida, la carga rápida y la carga ultrarrápida.
La carga lenta es la que se realiza en puntos de recarga domésticos. Empleando este tipo de carga la batería del vehículo tardará entre 5 y 8 horas en alcanzar el 80% de batería. Este tipo de carga necesita una potencia mínima de 3,7kW.
La carga semi rápida se lleva a cabo en puntos de recarga públicos y privados gratuitos (como pueden ser garajes, centros comerciales, etc). Con este tipo de carga, el vehículo tardará entre 1 hora y media y 3 horas en estar cargado. Con la carga semi rápida, se necesita una potencia de entre 11 y 22 kW.
La carga rápida toma lugar en puntos de carga situados en electrolineras (la versión de las gasolineras para vehículos eléctricos). En este tipo de establecimientos, el tiempo de carga ronda alrededor de los 30 minutos. Las cargas rápidas necesitan una potencia de 50kW.
Por último, la carga ultrarrápida es una modalidad en la que el vehículo puede llegar a cargarse en tan solo 5 minutos. Este tipo de carga solo es recomendable en momentos puntuales, ya que puede llegar a saturar la batería del vehículo. Para cargas ultrarrápidas es necesario tener una potencia de 150kW.
Es necesario conocer también el tipo de corriente que utilizaremos para realizar la carga del vehículo, ya que existen dos tipos: la corriente de tipo continua y la alterna. La energía procedente de la red siempre es de tipo continua, sin embargo, a la hora de ser almacenada en la batería de tu vehículo es necesario que esta energía se convierta en corriente alterna. Así, la diferencia entre los cargadores de corriente alterna y continua es que en los primeros la conversión de la energía se lleva a cabo en el propio cargador mientras que en los segundos esta conversión toma lugar en el vehículo.
Otro de los detalles más importantes a la hora de cargar un vehículo eléctrico es el tipo de enchufe que debemos utilizar, para lo que hay que tomar en cuenta todo lo mencionado, ya que según el tipo de carga por el que optemos o el tipo de corriente será necesario un modelo u otro:
Conector Tipo 1 o Yazaki: usado para cargas de corriente alterna, puede emplearse en cargas rápidas y lentas.
Conector Tipo 2 o Mennekes: el conector para corriente alterna más común del mercado y se utiliza en cargas semi-rápidas.
Conector Tipo 4 o CHAdeMO: destinado a cargadores de corriente continua.
Conector Combo 2 o CCS: sirve para cargadores de corriente continua y se puede usar para cargas rápidas.
Enchufe Schuko: el enchufe más común, de uso doméstico, puedes usarlo para cargas lentas y con baja potencia.
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Los fabricantes de vehículos eléctricos recomiendan que las baterías de estos se encuentren en una capacidad de entre 20 y 80 por ciento. Por esto mismo, es aconsejable cargar el vehículo una vez la batería baje del 40%. Además, se recomienda no mantener el vehículo enchufado una vez se haya realizado la carga, sino que hacer uso de sistemas de programación de la carga, estableciendo un nivel de batería máximo o una hora a la que debe finalizar la carga.
Otra de las preguntas más comunes en relación a la carga de vehículos eléctricos es cuál es el precio de cargar un coche eléctrico.
Esta pregunta tendrá una respuesta diferente dependiendo de varios factores, como puede ser el consumo de tu modelo de vehículo eléctrico (que puede oscilar entre los 8,9 kWh y 25 kWh), el tipo de carga por el que optes o el lugar dónde realices la carga. Así, el precio de carga de un vehículo puede variar en los diferentes puntos públicos que ofrecen este servicio, y, si cargas el vehículo en tu propia casa, el coste dependerá de tu tarifa de la luz.
Tomando todo esto en cuenta, a pesar de que los precios varíen función de todos estos factores, podríamos señalar un precio medio de alrededor de 2 euros por la carga de 100 kilómetros en tu vehículo eléctrico.
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La batería de un vehículo eléctrico es el elemento más caro de este tipo de vehículos, pudiendo suponer más de la mitad de lo que cuesta el vehículo, sin embargo, su precio dependerá mucho del modelo al que nos refiramos.
Puedes realizar la recarga de tu coche eléctrico en los puntos públicos de tu ciudad, puntos de recarga privados en centros comerciales, hoteles y parkings, o en tu casa, si dispones de tu propio punto de recarga o decides instalarlo tú mismo.
Para tener un punto de carga en tu garaje privado o comunitario puedes optar por utilizar un enchufe doméstico, lo que hará que el tiempo de carga sea muy elevado, o un cargador de pared conocido como “wallbox”, que es la opción más recomendada para cargar tu vehículo en menor tiempo. En todo caso, esta instalación deberá realizarla un instalador oficial.
En España hay cerca de 8.500 puntos de recarga de vehículos eléctricos, por lo que es probable que en núcleos urbanos encuentres puntos de recarga cerca de tu lugar de trabajo o de allí por donde quieras moverte.
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