Casos en los que el renting de coches es una opción más conveniente que el leasing

Como hemos visto en otras ocasiones, pese a que el renting y el leasing son dos opciones que nos permiten acceder a un vehículo por un tiempo limitado sin tener que comprarlo, existen muchas diferencias entre el renting y el leasing de vehículos. Son precisamente estas diferencias lo que hacen que cada modalidad sea más o menos adecuada para cada caso concreto.

Factores como si queremos adquirir la propiedad del vehículo al finalizar el contrato, si queremos que el contrato incluya todos los gastos del vehículo o si vamos a necesitar el vehículo solo para unos meses o durante varios años harán que la balanza de nuestra decisión caiga hacia uno u otro lado.

En la decisión también influirá si somos una persona particular, un autónomo o una empresa. Los particulares tienen más problemas para acceder al leasing que aquellos que pueden demostrar que el vehículo va a ser utilizado para una actividad económica, como los autónomos o las empresas. Pese a ello, los requisitos financieros para acceder al leasing pueden ser excesivamente exigentes para autónomos o pequeñas empresas.

Por todo esto, es importante que analicemos bien ambas opciones antes de decidir si queremos adquirir nuestro vehículo mediante un contrato de renting o uno de leasing.

Sin embargo, existen algunos casos concretos en los que el renting es sin duda una opción más adecuada que el leasing para empresas o autónomos. Te las detallamos a continuación.

El renting te interesa… cuando quieres controlar tus gastos y tener todo incluido

Cuando la opción de compra del vehículo no es un factor influyente en nuestra decisión, el control de gastos de nuestro negocio puede ser una opción de vital importancia a la hora de escoger el renting frente al leasing para adquirir nuestros vehículos de trabajo.

Esto se debe a que, como en la cuota de renting están incluidos todos los gastos relacionados con el vehículo, esta fórmula de adquisición de vehículos te garantizará que cada mes pagarás lo mismo por el uso y disfrute de tu vehículo de trabajo evitando para siempre gastos sorpresa o costes añadidos.

Como autónomo o empresa, optando por el renting de coches nunca más deberás hacer frente al pago de mantenimientos, impuestos o reparaciones, ya que la empresa de renting será la encargada de abonar todos los costes relacionados con tu vehículo y de asegurarse de que siempre dispongas de un vehículo en el mejor estado para realizar tu trabajo.

El renting te interesa… si necesitas un coche por un corto periodo de tiempo

Como adelantábamos antes, la duración del contrato puede ser otro factor decisivo a la hora de decidir entre el renting y el leasing de vehículos. Y es que mientras que los contratos de leasing suelen tener una duración que oscila entre los dos y los seis años, los contratos de renting son más flexibles y pueden contratarse a partir de un mes.

Por eso el renting es una fórmula de alquiler de vehículos a corto plazo muy interesante para aquellos que necesiten disponer de un vehículo por un corto periodo de tiempo, ya sea para abordar un proyecto determinado o para cubrir sus necesidades movilidad temporales.

El renting te interesa… si crees que tus necesidades de movilidad pueden cambiar

Las necesidades de los negocios pueden cambiar rápidamente lo que hace más complicado tomar determinadas decisiones como adquirir un nuevo vehículo para nuestra empresa. Por eso, si consideras que tanto tus necesidades de movilidad como la situación de tu empresa puede cambiar, el renting es una opción más conveniente para ti que el leasing.

El renting flexible, una modalidad de contrato de renting sin permanencia que no tiene penalizaciones por devolución anticipada, es una opción que te permitirá disponer del vehículo que necesitas sin tener que comprometerte a un largo contrato, ofreciéndote la tranquilidad de que, si algo cambia, no tendrás que mantener el contrato ni pagar de más por no poder hacerlo.

Al contrario de lo que ocurre con el leasing, con el renting flexible podrás elegir el vehículo que necesitas para ese momento concreto, los kilómetros que crees que recorrerás al mes con él y el plazo inicial del contrato. Y si pasado un tiempo necesitas cambiar de vehículo, modificar el plazo del alquiler o adaptar el kilometraje a tu nueva situación podrás hacerlo sin ningún coste añadido.

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