A continuación, te señalamos algunas de esas señales. Si quieres averiguar cómo puedes mantener tu coche en perfecto estado, lee este artículo.
Una de las principales señales de que tu vehículo puede tener un problema son los ruidos que este pueda generar y se salgan de lo normal.
Así, tu coche puede estar produciendo diferentes sonidos y cada uno de estos puede significar un problema diferente.
Si tu vehículo genera un ruido metálico al poner el coche en marcha, especialmente si se trata del primer encendido del día, esto significa que hay un problema de lubricación del motor.
Hay una baja presión del aceite, lo que significa que no está circulando bien y puede llegar a obstruir algunas válvulas del motor que necesitarán ser repuestas.
Este problema puede ser causado por el tipo de aceite utilizado, o también puede deberse a una falta de mantenimientos y cambios de aceite.
Si al pisar el freno de tu coche escuchas un ruido, esto puede deberse a diversos motivos dependiendo del tipo de sonido.
En primer lugar, si se trata de un sonido agudo, podría deberse al desgaste de las pastillas de freno, que lleva a que la parte metálica choque con el disco de freno, generando este sonido agudo. También podría tratarse del caso de que la pastilla se haya cristalizado o incluso haya acumulado suciedad o humedad, así como que esté mal lubricada. En cualquier caso, lo más recomendable sería sustituir esta pastilla de freno por una nueva.
Por otro lado, un sonido agudo también podría encontrar su origen en los neumáticos, en el caso de que las ruedas estén endurecidas o haya excesiva presión. Este caso también traería consigo un mayor desgaste de las bandas de rodadura.
En el caso de que este ruido sea más grave y vaya acompañado de una vibración, puede indicar que este desgaste de las pastillas de freno es mayor, llegando incluso a deformar los discos de freno. Se trataría de un problema preocupante, ya que podría tratarse de una amenaza para la seguridad, por lo que el vehículo debería ser revisado concienzudamente.
Por último, si el sonido generado al frenar es un crujido, puede significar que alguno de los elementos implicados en la frenada está roto o suelto, en este caso, lo recomendable sería llevar el coche a un taller para que sea revisado por un profesional.
Recuerda que los frenos son uno de los elementos de tu coche que deberías revisar periódicamente, así que ante cualquier anormalidad, no dudes en llevar tu vehículo a un taller.
El ruido de traqueteo de tu coche puede estar generado por muchas causas diferentes.
El caso más común es que el ruido se deba a que el mecanismo de sincronización de la válvula se haya estropeado. Por otro lado, podría deberse a la rotura del sensor de posición del árbol de levas. En ambos casos el motor daría fallos, reduciendo su potencia.
La suspensión también podría ser la causante de este traqueteo, con el ruido procedente del cartucho de la columna. En este caso, podría deberse a que la columna de suspensión o los elementos de fijación hayan sufrido un desgaste o estén flojos.
Otra posibilidad es que la cadena de distribución se haya estirado de más, lo que requeriría que fuera repuesta.
Si cuando arrancas tu coche escuchas el ruido de un intenso bramido de aire, esto puede indicar que el sistema de escape tiene alguna avería, como podría ser que el tubo de escape se encuentre picado o desconectado en alguna sección. Para solucionar este problema, lo mejor sería llevar el vehículo a un taller, donde se encargarán de reparar la avería.
Si, por otro lado, este ruido tiene un tono más bien eléctrico, el problema podría venir de la batería o el motor de arranque. En casos extremos, podría suceder que el coche no arranque, por lo que lo recomendable sería llevar el coche al mecánico en cuanto aparezca este ruido, en prevención de posibles averías más graves.
Notas que el vehículo se inclina hacia un lado cuando frenas: en este caso, debes ir a que revisen tu coche, ya que el fallo podría deberse a un problema en los frenos o a que tengas las ruedas desalineadas o mal calibradas.
Sientes el pedal de freno demasiado blando o tiembla cuando intentas frenar: este problema podría ser de nuevo un fallo en los frenos, pero también puede deberse a que los amortiguadores se hayan desgastado o a que tengas un desequilibrio en los neumáticos.
El pedal de embrague está demasiado duro: si al conducir notas que te cuesta más pisar el embrague, lo más probable es que se haya desgastado o esté averiado. Es importante que pongas atención a cualquier cambio que notes en el embrague.
Las ventanillas no cierran bien: cuando intentas bajar la ventanilla con el botón y no funciona, puedes estar teniendo un fallo eléctrico o puede que la batería no esté alimentando correctamente el sistema.
Mal olor: en el caso de que tu coche desprenda un olor extraño, te recomendamos que visites el taller cuanto antes porque es señal de que algo no va bien. Quizás haya una fuga en la batería, debas cambiar los frenos o incluso el embrague.
El coche gotea: si descubres líquido bajo tu vehículo puedes tener una fuga puntual o puede tratarse de algo más importante. Dependiendo del color de la mancha tu coche te estará dando una pista de cuál es el problema. Por ejemplo, si la mancha es negra o marrón oscura, tu vehículo está perdiendo aceite; sin embargo, si la macha es rosada o rojiza, es probable que tengas pérdidas del fluido en la transmisión, en la conducción hacia el radiador o en el líquido de frenos, y si es verde puedes estar teniendo problemas con el anticongelante.
Sale humo de un color extraño del tubo de escape: al igual que con las manchas de líquido, el color del humo que sale del tubo de escape te explica qué le ocurre a tu vehículo. Si el color del humo es azul puedes tener problemas con el turbocompresor, si es negro el problema puede estar en el sistema de combustión o si es blanco en la junta de la culata.
Estas son solo algunas de las señales que debes tener en cuenta. Nuestro consejo es que, si detectas alguna de ellas, pidas cita cuanto antes en tu taller para que revisen tu coche y puedas conducir más seguro.
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