Para saber cuánto puede costarnos realmente comprar un coche o adquirirlo mediante renting flexible debemos tener claros cuáles serán los costes iniciales, los costes fijos y los costes adicionales de cada opción. De esta manera tendremos clara la cantidad total de la inversión que deberemos hacer y podremos tomar la mejor decisión para nuestra movilidad. A continuación, te contamos en detalle cuáles son los costes de cada modalidad.
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El renting de vehículos es un tipo de alquiler a corto o largo plazo que te permite disfrutar de un coche, con todos los gastos incluidos, sin tener que comprarlo, a cambio del pago de una cuota mensual. Por tanto, a la hora de calcular los costes, debes tener en cuenta esa cantidad mensual que dependerá del tipo de vehículo que escojas, los kilómetros que contrates, la duración del contrato y la compañía de renting que elijas. Como en el contrato se incluyen todos los gastos del vehículo, puedes olvidarte de otros costes como los impuestos, el seguro, el mantenimiento o las reparaciones.
Determinados contratos de renting, como los del renting flexible de Northgate, no tienen entrada, por lo que para empezar a conducir tu coche sólo tendrás que abonar la primera cuota.
Sin embargo, en ocasiones puede que tengas que hacer frente a algunos costes adicionales en concepto de penalización. Esto sólo ocurre si excedes los kilómetros contratados (por los que deberás pagar una cantidad extra) o si haces un uso indebido del vehículo que suponga que el coche sufra daños que vayan más allá del desgaste normal (en este caso, tendrías que pagar una penalización al finalizar el contrato).
Si optas por la compra de un coche, los costes iniciales a los que deberás hacer frente serán más elevados que en el caso del renting, ya que entre ellos se incluye el pago de la entrada, el IVA, el seguro del coche, el impuesto de matriculación y el impuesto de circulación. Estos dos últimos impuestos dependerán de cada Comunidad Autónoma y del tipo de vehículo que compres, sus emisiones y su potencia. Además, si optas por financiar la compra debes tener en cuenta la comisión de apertura del préstamo.
A estos costes iniciales (y al pago mensual del crédito) les debes sumar los costes adicionales, que serán todos los relacionados con el uso del vehículo. De esta manera, mensualmente deberás abonar la cuota mensual del préstamo, que variará según la tasa de interés y el plazo del préstamo, anualmente deberás poner al día el seguro y los impuestos y cuando sea necesario deberás hacer frente al pago del mantenimiento y las reparaciones necesarias para que tu vehículo se mantenga en buen estado.
Por último, a la hora de calcular los costes de la compra de un vehículo no debes olvidar la depreciación. Esto quiere decir que el valor del coche disminuirá con el tiempo, lo que puede afectar a tu inversión a largo plazo ya que si en algún momento decides venderlo no recuperarás el valor total de la compra.
Como has visto, cada modalidad de adquisición de vehículos tiene unas ventajas y unas desventajas en cuanto a los costes. Por un lado, el renting es la mejor opción para disfrutar de un vehículo de manera inmediata sin tener que hacer frente a un gran desembolso inicial y sin tener que pensar en gastos añadidos. Por otro, la compra tiene un menor coste mensual fijo, pero más gastos iniciales y adicionales.
Renting | Compra | |
---|---|---|
Costes iniciales | La 1ª cuota | Entrada, seguro, impuestos |
Costes mensuales | Fijos (cuota mensual) | Variables (según los tipos de interés del préstamo) |
Costes adicionales | Sólo en caso depenalización |
Mantenimientos, reparaciones, seguro, impuestos |
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