Tanto leasing como renting son dos conceptos que hacen referencia a servicios de alquiler de vehículos a largo plazo. En origen, fueron dos servicios destinados a empresas, sin embargo, cada vez hay más interés en informarse sobre qué es el renting y el leasing.
A continuación, vamos a analizar qué es el leasing de coches, cómo funciona el renting para particulares y cuáles son las principales diferencias entre ambos servicios de alquiler de vehículos.
El leasing es un servicio pensado para el alquiler de vehículos a largo plazo, sin embargo, ofrece al cliente la opción de comprar el vehículo una vez expirado el plazo del alquiler.
El precio de compra mediante leasing es menor que el precio de concesionario, debido a que las empresas de leasing aplican descuentos en función del uso y de las condiciones establecidas en el contrato de leasing.
Es una opción adecuada para aquellos que se plantean la opción de comprar un coche seminuevo, sin embargo, para los que buscan un servicio de alquiler que les permita cambiar de vehículo cada cierto tiempo, la opción más adecuada es el renting. Por eso, despierta interés el leasing de coches a los particulares.
El renting es un servicio de alquiler que de forma habitual tiene una duración media de entre 2 y 5 años, que evita hacer frente al desembolso inicial que supone la compra de un coche en propiedad, así como los gastos derivados de su uso.
En el caso del renting, al expirar el contrato el vehículo vuelve a ser propiedad de la empresa de renting, es decir, no existe una opción de compra por parte del tomador del vehículo.
Renting o leasing para particulares son dos opciones similares, pero como hemos visto existen diferencias:
Los coches de leasing para particulares exigen por tanto que su alquiler se formalice a través de la participación de una empresa, por eso este tipo de alquiler está orientado a vehículos profesionales, mientras que, en el caso del alquiler para particulares a largo plazo, la opción mayoritaria es el renting.
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Leasing y renting también tienen diferencias en cuanto a fiscalidad, sin embargo, solo afectan a los alquileres de empresa, y por tanto no tienen ningún impacto en contratos de alquiler para particulares.
El leasing permite que el vehículo figure en el activo como inmovilizado y en el pasivo como deuda a largo plazo, como sucede con las compras financiadas. En el caso del renting, figura como gasto de alquiler y se refleja en la cuenta de resultados.
Para un particular, optar por un contrato de leasing es muy complejo, debido a que este tipo de alquiler está pensado para empresas, sin embargo, en el caso de las empresas es importante valorar ambas opciones para tomar la mejor decisión:
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